Más dinosaurios

Más dinosaurios

El Carcharodontosaurus fue uno de los depredadores terrestres que jamás han existido sobre la faz de la tierra, llegando a pesar entre 7 y 8 toneladas. Sus restos han sido encontrados por todo el norte de Africa. Poseía un poderoso cráneo, cráneo aún más largo que el del Tyrannosaurus rex, armado de unos largos y afilados dientes, de casi un palmo  de largo, muy característicos.  

Carcharodontosaurus sp. (medio cuerpo)

(técnica: témpera, acrílico; medidas: 50 x 42,5 cm.)

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(técnica: témpera, acrílico; medidas: 50 x 35 cm.)

Escenas con dinosaurios

En la Península Ibérica … 

En la imagen podemos ver a dos de los representantes más conocidos y genuinos del grupo de los dinosaurios europeos: se trata del saurópodo carnívoro Megalosaurus y del ornitópodo herbívoro Iguanodon, y la escena corresponde a algún momento del Cretácico Inferior, hace unos 120 millones de años, en algún lugar de La Rioja (España). Su reconstrucción ha sido posible gracias a la interpretación de las numerosas huellas y rastros dejados en el sedimento húmedo de la época, los cuales han llegado fosilizados hasta nuestros días. 

El Megalosaurus, o lagarto gigante, con sus 9 m. de longitud, era un dinosaurio parecido a los Tyrannosaurus, aunque anterior y más primitivo, y era un depredador por excelencia. Acechaba a los grupos de dinosaurios herbívoros, esperando poder lanzar un ataque, confiando en la eficacia de sus poderosas armas: musculatura potente, garras aceradas y mandíbulas dotadas de afilados y aserrados dientes. Las presas, en este caso Iguanodon, uno de los dinosaurios ibéricos con mayor número de fósiles, intentaban defenderse manteniendose agrupadas para que siempre hubiera algún ejemplar vigilando los alrededores, que pudiera dar la señal de alarma a tiempo para poder buscar refugio. En caso de no poder huir, se defendian a base de coletazos o utilizando el gran espolón, formado por la última falange del dedo pulgar, situado sobre sus manos.

Megalosaurus &  Iguanodon (escena Península Ibérica)

La extinción …

Una de las teorías más aceptadas sobre la desaparición súbita de los dinosaurios sobre la superficie de la Tierra es la que atribuye su causa a la caída de un meteorito, de unos 10 km. de diámetro, en lo que actualmente es la península del Yucatán (Méjico), hace unos 65 millones de años. Este choque liberó una gran cantidad de energía que se tradujo en una convulsa época, marcada a su vez por una gran actividad sísmica y por subsiguiente liberación a la atmósfera de gran cantidad de partículas en suspensión que sumieron a todo el planeta en una especie de invierno nuclear, que cambió de tal manera las condiciones ambientales reinantes, mermando la llegada de radiación solar hasta tal punto que todos estos animales no pudieron adaptarse y sucumbieron de forma masiva.

Tyrannosaurus & Parasaurolophus (meteorito)